Si lo que busca es un buen aislamiento térmico, además de poder incorporar en las cámaras gas Argón consiguiendo más aislamiento térmico, puede optar por los vidrios tratados específicamente para aumentar el aislamiento considerablemente.
Bajo Emisivo
Estos vidrios están especialmente diseñados para ser una barrera eficaz a la transferencia de calor incluyendo películas metálicas que se sitúan en la parte interior de la cámara.
Este tipo de vidrio frena la entrada de calor en verano y el efecto rebote del calor en invierno siendo una solución muy rentable para reducir los consumos tanto de calefacción como de aire acondicionado. Este tipo de vidrio, bajo emisivo, es el resultado de una producción de alta tecnología.
La pérdida de energía a través de un vidrio con capa metálica se reduce un 70% con relación a un vidrio convencional, ya que la capa metálica evita casi totalmente ese intercambio de energía, permaneciendo el calor en el interior cuando en el exterior hace frío.
Esta capa evita también el intercambio de radiaciones térmicas entre los dos vidrios reduciendo así la transmisión de calor a través del acristalamiento.
Además, consigue reducir la entrada de energía solar al interior del edificio, reduciendo considerablemente el llamado Factor Solar.
Este tipo de capa metálica hace que solamente la mitad de la energía solar entre en el interior del edificio.
Control Solar
Estos vidrios reducen la radiación solar donde su incidencia pudiera ser excesiva y en estancias que precisen refrigeración suponen un ahorro eficaz y rentable. El efecto reflejante de estos vidrios da además un aspecto elegante y dinámico a los edificios.
Es un vidrio de control solar, resultado de una producción de alta tecnología. Estos vidrios llevan depositada en una de sus caras una capa metálica que les confiere propiedades de reflexión y control solar. Concede a cada edificio un aspecto especial por medio de su efecto de color y reflexión de la luz. Esto ofrece una gran cantidad de posibilidades en las creaciones arquitectónicas.
Desempeña una función muy importante en el control de energía entre el exterior y el interior del edificio, fijando la cantidad de luz y energía solar en el interior. Con vidrios convencionales, se genera un efecto invernadero dentro del edificio, por lo que el sistema de refrigeración deberá trabajar en exceso para refrigerar el ambiente.
Debemos pensar que la refrigeración consume aproximadamente seis veces más energía que la calefacción. Este tipo de acristalamientos son un regulador importante cuando se trata de evitar el exceso de energía solar en el interior y al mismo tiempo ahorrar en climatización.